El ex dictador chileno Augusto Pinochet murió el domingo a las 14:15 horas (17:15 GMT), en el Hospital Militar tras estar una semana afectado de un infarto al miocardio y un edema pulmonar.

Tras conocerse el hecho, éstas han sido las reacciones:

El portavoz del PSOE en el Congreso, Diego López Garrido, consideró "lamentable" que el ex dictador no haya sido juzgado, pero recordó que fue España el país que permitió "dar un salto de gigante" para que los autores de crímenes contra la humanidad no quedaran "impunes".

López Garrido destacó que gracias a las acciones del juez Baltasar Garzón y a la decisión, en 1998, de la Audiencia Nacional de perseguir los crímenes contra la humanidad, aunque no se hubieran cometido en territorio nacional, se creó "una conciencia universal" para que los "dictadores no puedan quedar impunes".

Del ex dictador chileno dijo López Garrido que "ha estado unido a lo peor y a lo más violento" de la historia de Chile y afirmó que es autor de crímenes que conducen a "lo más horrendo" de la humanidad y que le "asemejan con los nazis".

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, lamentó "la muerte en impunidad" de Pinochet.

"Lamento que se haya producido el final fisiológico" de Pinochet, afirmó Llamazares, para quien ha faltado una actuación "más rápida" de la Justicia.

A su juicio, "todos los demócratas hubieran deseado que el ex dictador pasara a disposición de la Justicia y fuera condenado por genocida".

Llamazares sentenció que el ex dictador chileno tendría que haber fallecido como "genocida" y no como "ex presidente chileno".

De igual modo, el diputado de ICV en el Congreso de los Diputados, Joan Herrera, lamentó el fallecimiento porque "un genocida ha muerto sin poder ser juzgado".

Además, ha pedido que en España, "Estado de Europa que más ha perseguido los crímenes que cometió el dictador", se haga "un ejercicio de coherencia".

El responsable de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, expresó en nombre de su partido "el respeto" al modo en que el "pueblo chileno" juzgará las actuaciones del ex dictador Augusto Pinochet.

Moragas se remitió a la conferencia de prensa que el lunes ofrecerá el secretario general de los populares, Ángel Acebes, para dar un análisis más exhaustivo del fallecimiento de Pinochet en Santiago de Chile.

El dirigente del PP afirmó que "desaparece un hombre que ejerció de dictador" y que, por ello, causó mucho "sufrimiento y dolor" al pueblo chileno.

Margaret Thatcher está "profundamente entristecida" por la muerte de Pinochet, según informó un portavoz de la ex primera ministra británica.

La ex mandataria no emitirá un comunicado formal, pero enviará sus condolencias a la familia de Pinochet, añadió la fuente.

Thatcher, jefa de Gobierno conservador entre 1979 y 1990, apoyó al ex dictador durante la detención de éste Londres por una orden de extradición cursada por la Justicia de España en 1998 para ser interrogado por la desaparición de ciudadanos españoles en Chile.

Durante su arresto domiciliario, la llamada "dama de hierro" agradeció a Pinochet su apoyo durante la guerra de las Malvinas, que enfrentó al Reino Unido y Argentina en 1982 por la posesión de esas islas del Atlántico Sur.

Por su parte, la ministra británica de Asuntos Exteriores, Margaret Beckett, destacó que saben que "la muerte del general Pinochet y queremos rendir tributo al destacado progreso que Chile ha conseguido en los últimos quince años como una democracia abierta, estable y próspera.

La hija del presidente chileno Salvador Allende, derrocado por Augusto Pinochet en 1973, dijo que "ha muerto el dictador", y que le duele que, más allá del desprestigio de haber sido procesado o imputado, finalmente nunca concluyó ningún juicio contra él.

"Tienen que continuar los juicios. Con su muerte no se cierra ningún capítulo, ni de la verdad ni de la justicia ni el de la responsabilidad. Eso es doloroso porque nunca se ha emitido una condena, que es lo que todos perseguimos", agregó.

Isabel Allende añadió: "todavía hay mucho que hacer en Chile".

En relación con la polémica sobre el nivel que los funerales de Pinochet deberían tener, Isabel Allende consideró que "no merece bajo ninguna circunstancia ningún tipo de honor de Estado. Es un dictador. Fue la persona que encabezó la peor dictadura en la historia de Chile".

Isabel Allende recordó a las miles de víctimas de la dictadura chilena y "el dolor tan grande que (Pinochet) causó a tantos miles de chilenos que sufrieron las peores violaciones de derechos humanos que se hayan conocido en la historia de Chile".

El vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, afirmó tener "respeto por la muerte y por los muertos, habrá otro momento para los juicios. Lo único que puedo decir es que la muerte sella la impunidad de Pinochet", declaró Rangel, según un comunicado de la Vicepresidencia.

La organización Amnistía Internacional (AI) indicó que la muerte de Pinochet "debería ser una llamada de atención para las autoridades de Chile y de todos los Gobiernos, recordarles la importancia de una Justicia rápida en lo que se refiere a crímenes de derechos humanos, algo que el mismo Pinochet ha escapado".

"Su muerte no debe ser el final de la historia. Amnistía Internacional pide a las autoridades chilenas que declaren nula la ley de amnistía y prosigan con las investigaciones y procesos de todos los otros involucrados en miles de casos de desapariciones, torturas y ejecución durante el periodo de Pinochet", afirmó un portavoz de AI.

"Las familias y los sobrevivientes necesitan saber lo que pasó, necesitan Justicia y necesitan su día en los tribunales", puntualizó la fuente de la organización defensora de los derechos humanos.